A
veces nos pasa, por lo menos a esta que está escribiendo, que
necesitamos crear, hacer algo nuevo o mezclar elementos ya conocidos
para no pensar, por ejemplo, en:
- Esta crisis global, ni en porqué hemos llegado a este modelo social.
- Por qué sigues y seguirás viviendo en la casa de tus
padres, ese hogar que te vio nacer.
- Que aunque hoy tengas curro, mañana puedes no tenerlo.
Podríamos
añadir otros nosecuantos puntos, en los que a veces nos gusta no
pensar, por ejemplo no pensar en por qué no puedo dormir, o no pensar
en por qué el enchufismo (caciquismo puro) parece que sigue siendo
uno de los criterios de selección de personal, a la hora de llegar a
ciertos puestos de trabajo.
Entonces,
en esos momentos en los que queremos no pensar, es cuando reúnimos
todos esos materiales, ( propios y que la gente nos ha ido dando a lo
largo de nuestra corta pero intensa vida) y nos encerramos, mezclando
colores, texturas , formas y tamaños. Ya está, en ese momento ha
llegado la inspiración para crear y ya nada nos importa, es un
momento de abstracción , algo como sumergirnos debajo del agua y
bucear, parece que el mundo exterior y su ritmo frenético no existe.
Los preocupaciones no existen, la mente se relaja, y se llega a
lugares y creaciones fascinantes.
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Chismorrea que eso vende