Nos hemos propuesto ayudar al mundo en la exterminación de las cosas feas. Feas, pero feas, feas. Como este bolígrafo bakala que encontramos el otro día en casa de una amiga, Vero. Resulta que ella lo ha comprado (sí, ha pagado dinero por esto, por increíble que parezca) porque tiene que hacer un examen y este boli mágico, permite borrar lo que has escrito con él. Eso no le resta el punto hortera que tiene.
La transformación no tiene más misterio que el de elegir de forma adecuada (cosa harto difícil hoy en día con el mal gusto general imperante) unas cuantas tiras de whasi-tape (porque decir whasi-tape cuando puedes decir cello de colores. Sí, cello con dos eles bien pronunciadas).
Como queremos mucho a Vero, vamos a devolverle el boli así para que pueda hacer examenes sin asustar a sus compañer@s de pupitre.
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Chismorrea que eso vende